La contaminación acústica, a menudo subestimada, tiene impactos significativos en la salud humana, incluyendo pérdida auditiva, estrés, trastornos del sueño y deterioro cognitivo. También afecta severamente a la fauna, alterando comportamientos de comunicación, apareamiento y migración. Este servicio es crucial para evaluar el cumplimiento de normativas de ruido ambiental y ocupacional, identificar medidas de mitigación efectivas, diseñar adecuadamente espacios urbanos y proteger áreas naturales sensibles de la creciente presión acústica humana.